Secretos
Las complicidades más fuertes, los pactos irrompibles están hechos de secretos compartidos. Aunque esa unión sólo llena en la distancia. Lo que ya existía antes de hacerse verbo les une de forma irremediable. No les gusta pensarse en abstracto, no conocen las reglas y la mayoría de palabras les asustan. Y sin embargo. Son el secreto que les une. Se buscan, estiran los brazos hacia el otro, gimen y se retuercen. Y sólo encuentran secreto. De pronto el secreto es un estorbo para la piel, para las bocas y las manos. El secreto que en la distancia une con tanta fuerza, estando cerca es la pared de una pecera. Y sin embargo. Son tan jóvenes que les puede la prosa. Y así aprenderán a pasear juntos sin tocarse, a besarse con los ojos bien abiertos, y al abrirlos se enredarán en las pestañas del otro y ya tendrán bastante. Hasta que el secreto les extinga como un fueguito de barbacoa que creyó arrasar con todos los bosques de la tierra.