domingo, diciembre 24, 2006

Soberbias (o el misterio de la fertilidad)

Javier Marías la encontró entre el humo cuando el tiempo era un yunque atado al cuello. Hablaron breve y se contaron poco, trabajo y coincidencias. Se despidieron. Cada uno siguió por su lado, y hubo risas y calma y vida, y pasaron estaciones, fríos, veranos, caídas, el uno fuera del alcance del otro, pero ay… esa noche engendraron el matiz, y al tiempo nació la verdad.

Ahora conoce lo fecundo que resulta el pensamiento cuando se planta en un cuerpo fértil, aunque en otro tiempo fuera tierra yerma.

Javier Marías se castigó por el pensamiento que le asaltó cuando se separaron: tuvo la certeza de que acercarse a él la haría mejor. En qué rincón telarañoso, se preguntó, crecen sin censura pensamientos tan soberbios.

Sólo al cabo del tiempo, cuando la vio entrar en su vida y cogerle de la mano, entendió que ese pensamiento fue la semilla de la abundancia que ahora recolectan.

2 Comments:

Blogger República B612 said...

mmmm... Delicada i subtil línia la que separa la supèrbia de la confiança. Els camps de maduixes no s'omplen de vermell per coincidència, sinó perquè algú, algun dia, va creure que podia fer-los brotar. Quan no és així, en els camps només hi ha terra.

Delicioses perles literàries les teves. Enriqueixen el meu silenci. Gràcies!

3:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Un texto precioso, tienes el don de la palabra escrita que vuela y que se encuentra ella sola, para ser más fuerte...
Tienes unos de los blogs que visito que más me gustan. Felicidades uve.

1:48 a. m.  

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