jueves, agosto 31, 2006

Onán

Qué es este oso, por qué le suena tanto. Es rojo, pequeño, con los brazos muy largos. De felpa, como las cosas que no duelen. Le bautizan con el nombre de Onán a la lumbre de un buen vino, porque sólo es capaz de abrazarse a sí mismo. Aunque se le ocurren muchos otros nombres, nombres sin ficción de hombres que sólo pueden, los pobres, abrazarse a sí mismos. Onán es todos esos hombres y algunos más que no recuerda. La mira con ojos de ratón, unos ojos tan pequeños que dan la vuelta, que miran hacia atrás perdidos en un resbalón, zas, diluido como una lágrima en la lluvia. Por esa mirada de viejo Onán parece tener el secreto de las cosas. Y sin embargo. Onán es un pobre oso de felpa que ignora los códigos para interpretar el presente. No se quiere, pero se abraza porque un día se quiso. No la mira, pero fija sus ojos en la foto del día en que la vio. Está solo. No vive, aunque un día tuvo los brazos cortos y la mirada intensa. Y sin embargo. Ella quisiera ser Onán para abrazarse fuerte. Para que el pasado explotara en su lengua como un peta zeta o una burbujita de champán.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Uaaaaaaaaaala

9:36 p. m.  

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